SOS Sáhara: una herramienta para evidenciar y monitorizar la ocupación del Sáhara Occidental
La Asociación Catalana de Amigos del Pueblo Saharaui y Nexus Geographics desarrollan un proyecto que evidencia la situación que vive el Sáhara Occidental y expone las raíces de este conflicto a menudo olvidado.
No hay mapas definitivos. Aunque las fronteras de los países de los mapas que consultamos habitualmente están claramente delimitadas, existen numerosas discrepancias geopolíticas, y los límites de los países cambian por la acción humana. Pocas veces un territorio desaparece después de una catástrofe natural; en general son los conflictos, las guerras, los tratados y los acuerdos, no siempre con la participación directa de la ciudadanía, los que dibujan, aquí y allá, los contornos cambiantes de los estados que configuran la comunidad internacional.
Después de siglos bajo la hegemonía de grandes imperios, acciones colonizadoras, guerras mundiales, regionales y civiles, procesos de emancipación y nacimiento de estados, la globalización, estrechamente ligada a la revolución tecnológica, parecía haber difuminado los contornos más o menos históricos y convertido el mundo en un espacio caracterizado por la inmediatez en los flujos comerciales y financieros. Un mundo abierto a la libre circulación de bienes y servicios, de información, deporte y cultura, entre otros, que hacía saltar por los aires las barreras nacionales bajo la etiqueta de “sin fronteras”. Pero las sociedades, tan comunicadas en múltiples aspectos, siguen presentando fragmentaciones físicas, culturales y simbólicas. Las fronteras, con sus modificaciones constantes, siguen configurando los límites de los respectivos estados, viejos y nuevos, en muchos casos situándose como epicentro de conflictos territoriales.
No creemos que la mayoría de estas hostilidades o conflictos sean preocupantes o tengan alguna probabilidad que deriven en una confrontación. Muchos provienen de reivindicaciones históricas que se tienen sobre un territorio concreto, habitualmente basados en argumentos débiles y que, por lo tanto, no desembocan en una reclamación con mucha legitimidad. También son frecuentes las discrepancias derivadas de fronteras mal delimitadas a pesar de que en un mapa pueda parecer claro por donde pasa una línea, lo cierto es que sobre el terreno esto es mucho más difícil de comprobar. Tanto en zonas con exceso de elementos y accidentes geográficos (zonas montañosas o selváticas), como en las que no tienen (desiertos, por ejemplo) se hace complicado distinguir donde empieza un país y dónde acaba el otro. Pero sea como fuere, no podemos dejar pasar que efectivamente en el mundo y en la actualidad, existen conflictos territoriales y geopolíticos donde realmente se vive una confrontación y un riesgo. El caso de la guerra de Ucrania o de la ocupación del Sáhara Occidental son solo algunos ejemplos de actualidad de estas tensiones territoriales.
El Sáhara Occidental, en concreto, es un territorio del noroeste de África que se encuentra situado al extremo occidental del desierto. Un territorio que limita en el norte con Marruecos, en el nordeste con Argelia, al este y en el sur con Mauritania y en el oeste con el océano Atlántico. Calificado como estado no-autónomo por las Naciones Unidas, se encuentra ocupado y administrado en su práctica totalidad por el Reino de Marruecos, que prueba de homogeneizarlo administrativamente en las regiones originadas en este estado después de su independencia.
Su extensión es de 266.000 km² y su población es de unos centenares de miles de personas (es uno de los territorios menos poblados de África y del mundo). El Sáhara Occidental está dividido por un gran bloque de arena y polvo en medio del desierto construido durante años por el Marruecos, que explota las riquezas del territorio. Considerado el segundo muro más grande del mundo, divide el territorio en dos y separa miles de saharauis de su tierra y su familia. Su construcción actualmente afecta sobre todo en las comunidades nómadas y ganaderas y contribuye a la ocupación ilegal.
Los alrededores del muro están sembrados por un gran entramado de minas antipersona que, después de los acuerdos de paz de 1991, todavía siguen activas, convirtiendo el Sáhara Occidental en uno de los diez países más minados del mundo.
Más allá del conflicto territorial, y de la voluntad de exterminio cultural que denuncian las asociaciones y los activistas saharauis, hay un elemento que se sitúa en el centro del debate: los intereses económicos sobre el Sáhara Occidental. Es por lo que la Federación ACAPS - Asociación Catalana de Amigos del Pueblo Saharaui -, en el marco del proyecto SOS SÁHARA, ha puesto en marcha el portal web sossahara.org con el objetivo de evidenciar y monitorizar la sistemática vulneración de derechos humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y el expolio de sus recursos naturales. Un proyecto de denuncia la situación de este territorio que recoge la base de datos de las empresas energéticas, de pesca, extractivas o turísticas que operan, implicadas en el expolio de recursos. También incluye un mapa que muestra casos de vulneraciones de derechos humanos contra activistas, defensoras de los derechos humanos y civiles saharauis.
Los mapas, en esencia, acontecen la base de muchos relatos e historias y, en este caso, gracias a la tecnología que ofrece Arcgis Story Maps (ESRI) se han combinado mapas con texto narrativo, imágenes y contenido multimedia, y se ha aprovechado la potencia del GIS para explicar y denunciar el conflicto en el Sáhara Occidental, creando una narrativa interactiva fácil de comprender, publicar y compartir.
En conclusión, queda claro que las fronteras políticas tienen un carácter subjetivo y cambian con el tiempo; se trazan teniendo en cuenta los intereses de las grandes potencias, las rivalidades políticas y los desafíos geoestratégicos. Intereses de todo tipo que trazan las cartografías de hoy, vigentes o cuestionadas, y entes que ayudan a entender y a calibrar la consistencia de los límites en aquellas zonas más sensibles de nuestra geografía.
Clara Guixà